Real Madrid: Cristiano Ronaldo no está cómodo - MARCA.com

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La sequía goleadora del Real Madrid empieza y acaba en la sequía goleadora de Cristiano. El portugués acabó la pasada temporada con 61 goles en 54 partidos en el que fue su mejor curso a nivel realizador, pero ha comenzado este con una falta de efectividad tan extraña, por poco habitual en él, como alarmante: un gol en seis partidos (405 minutos). El bache resulta especialmente llamativo en el delantero más prolífico del fútbol europeo, actual Bota de Oro y que después de seis temporadas promedia 1,04 goles (314) en sus 301 partidos.
Ante esta crisis goleadora, en el club mantienen la calma convencidos de que la calidad de la plantilla y el fondo de armario que han supuesto refuerzos como Kovacic o Danilo acabarán imponiéndose en cuanto estén más acoplados. Nadie duda de que, más pronto que tarde, Cristiano recuperará el acierto perdido y volverá a los fantásticos registros a los que les tiene acostumbrados. Pero el problema es que, a la espera de que llegue ese día, ningún jugador ha cogido el relevo y el bache realizador del equipo empieza a cobrar dimensiones preocupantes. Cinco partidos de nueve sin marcar con semejante arsenal ofensivo no es normal. Con Cristiano seco, ni Bale ni Jesé (Benzema ha estado lesionado casi toda la pretemporada) han dado el paso al frente esperado.
Desubicado
Aunque no se puede establecer una relación causa-efecto, tan cierto es que Cristiano no ve puerta como que no se encuentra cómodo con el esquema de Benítez. Su profesionalidad está fuera de toda duda y hará siempre lo que le pida el entrenador, pero la nueva ubicación de Bale como principal referencia ofensiva parece estar pasándole factura. Desde su nueva posición en el centro de la delantera y la mediapunta, el galés participa mucho más en las conexiones ofensivas, pero por ahora su asociación con Cristiano no está dando buenos resultados. La falta de acoplamiento es evidente.
En la plantilla ven que hay poca sintonía entre CR7 y Benítez
En el intercambio de posiciones continuo entre los de arriba, en ocasiones el portugués se ve obligado a buscarse la vida y queda desubicado, demasiado lejos de la portería rival. El nuevo rol de Bale parece haber desactivado a Cristiano. Así y todo, eso no impide que en El Molinón suyos fueran la mitad de los ocho disparos entre los tres palos que realizó el Madrid, lo que demuestra que no termina de calibrar bien la mirilla del cañón. Pero Cristiano no está cómodo.
No quiere <a href="http://infoapuestasporinternet.blogspot.com.es/2015/08/houellebecq-y-le-monde-enfrentados.html">jugar</a>ugar de '9'
Nada más llegar al club, Benítez recibió el encargo prioritario de activar al galés sacándole del costado derecho. Hay unanimidad en que su sitio natural es la banda izquierda, desde donde podría explotar mejor su velocidad atacando espacios, pero Cristiano insiste en ocupar esa posición y, a pesar de que durante los partidos acaba acercándose al área, prefiere partir desde atrás, con lo que el técnico se ha visto obligado a recomponer el puzzle encajando a Bale en una posición menos natural, dado que con pocos espacios o jugando de espaldas le cuesta más asociarse.
Lo cierto es que, a pesar de seguir jugando donde prefiere, Cristiano se siente un tanto relegado en la jerarquía ofensiva del equipo, si bien reconoce que aún no se encuentra a tope físicamente tras realizar un plan de trabajo específico para afinar su puesta a punto. Eso, unido a una evidente falta de puntería y a que durante todos estos partidos hasta ahora le ha faltado su principal socio en ataque, Benzema, explicaría que lleve un único gol por ahora.
Sin embargo el aspecto que preocupa a los que conviven en el día a día con el primer equipo es la poca sintonía que parece existir entre el crack portugués y Benítez. Los métodos de entrenamiento del técnico madrileño son mucho más rígidos que los de su antecesor, según reconoce un futbolista de la plantilla. Y Cristiano suele ser uno de los destinatarios habituales de las reiteradas puntualizaciones del entrenador, empeñado en que se empape de un librillo táctico que, en opinión de varios jugadores, es más denso de lo recomendable.
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